Descripción
Nuestra cuarta propuesta arranca de mediados del siglo XII para llegar a principios del siglo XVI, un tiempo largo de capital importancia para la historia y el arte de Occidente. Europa abandonaba progresivamente la Edad Media para dar comienzo a la Moderna, un tránsito que supuso la recomposición casi definitiva del mapa político del continente y la aparición de los modernos estados europeos. En este proceso de transformación las artes plásticas continuaron jugando un rol determinante como vehículo de expresión y cohesión cultural. El camino iniciado por el Románico fue seguido por el Gótico y el Renacimiento sucesivamente. Dos propuestas radicalmente opuestas que, sin embargo, nacían de unos presupuestos comunes: la expresión de los valores de las nuevas corrientes humanistas que daban forma al pensamiento moderno occidental. La península ibérica no fue ajena a este proceso, de hecho, su ejemplaridad como modelo daría paso al periodo de máxima hegemonía política y cultural de susreinos. Todo ello, considerando que continuó estando polarizada entre dos culturas, a priori antagónicas,el cristianismo y el islam. Desde la Aljafería de laTaifa de Zaragoza hasta la Alhambra del Sultanato Nazarí, el arte Hispanomusulmán continúo ofreciendo un espectacular desarrollo. Las guerras no detuvieron los trasvases culturales ni de población, y surgió un universo artístico y cultural mixto al que llamamos comúnmente mudéjar. Una hibridación, característica de todo el medioevo hispano, que finalizaría radicalmente con la llegada del Renacimiento y el Imperio de Carlos V, cuando España nació a Occidente como un estado moderno y una nueva nación.
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