Un palacio para el rey, los cuadros del Buen Retiro
la primera pinacoteca del Paseo del Prado
El Paseo del Prado y El Retiro han logrado la condición de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Ambos espacios están vinculados a un palacio levantado para el rey Felipe IV por voluntad y obra del Conde Duque de Olivares: el palacio del Buen Retiro.
Aquel prodigioso epicentro del Madrid del Siglo de Oro fue languideciendo a lo largo del siglo XVIII y murió a manos de las tropas napoleónicas a principios del XIX. No fue un palacio de nobles arquitecturas, pero si la primera gran pinacoteca de esta zona de Madrid, una de las mayores de Europa.
Cuando el francés Jean Muret lo visitó en 1667 dijo “vimos más cuadros que paredes”. ¿A dónde fueron a parar tantos cuadros? Cuando el palacio se perdió para siempre tras la Guerra de la Independencia, los cuadros quedaron en gran medida almacenados.
Finalmente, tras la creación del Museo Real de Pinturas de El Prado, muchos encontraron allí acomodo, y hoy, la herencia del Buen Retiro forma parte indispensable de sus colecciones.
Les proponemos una visita a este particular legado compuesto por algunas de las más extraordinarias obras del Museo.
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