LA PIEDAD
Taller de Roger van der Weyden
El éxito de los modelos creados por Weyden motivó su uso repetido por él y por sus seguidores. Esta obra tiene sus antecedentes en el llamado tríptico de Miraflores y en La Piedad conservada en Bruselas.
La Piedad fue un asunto muy popular en el siglo XV, especialmente en el contexto de la nueva religiosidad derivada de la Devoción Moderna.
Weyden fue, probablemente, el más hábil creador de imágenes sacras que equilibraban la naturaleza sagrada de lo representado con el naturalismo propio de la nueva pintura flamenca.
Su trabajo sobre este asunto religioso terminó codificando una fórmula que satisfizo el gusto de la clientela, aumentó la demanda y en consecuencia las versiones y copias salidas de su taller.
En la obra del Prado, María, como Mater Dolorosa, llora sobre el rostro de Jesús asistida por Juan Evangelista, quien también expresa su dolor.
El grupo se halla a los pies del monte Calvario, donde se yergue la Cruz, en un momento posterior al descendimiento que no aparece en los evangelios, pero se creó, precisamente, para motivar la piedad de los creyentes.
Weyden explora la expresión de un dramatismo conmovedor que, a la vez que veraz, resulta decoroso. La exposición del cuerpo inánime de Jesús, lacerado y cadavérico, sobre la rica paleta cromática de los trajes de María y de Juan evidencia la extraordinaria calidad de su narrativa pictórica.
Frente a este grupo, tan real como sacro, se introduce una variable más mundana: el donante.
La íntima escena del llanto sobre Cristo es observada en oración por un individuo, identificado tradicionalmente como un miembro de la familia Broers de Malinas.
Está situado tras la roca del Calvario, ante una corona de espinas, asiste en meditación a la escena como un acto de reflexión cristiana sobre la Redención implícita en la imagen que contempla.
Aunque ocupa un segundo plano, su presencia está completamente integrada en la escena, haciendo participar a lo humano de lo sacro a través de la oración y la contemplación.
Pero tenemos que discernir, El donante, empleando su retrato, es un individuo concreto. Las figuras de María, Juan y Jesús están tratadas de forma realista, expresiva y humana, pero son arquetipos creados por van der Weyden que influirán extraordinariamente en la pintura de su tiempo.
El éxito de estas propuestas se hace evidente ante obras iguales o similares, como la copia de la tabla del Prado conservada en Berlín o la variable de la Galería Nacional de Londres, ambas obras de taller.
Aunque la mitad superior del cuadro, con un excelente celaje, fuera añadida posteriormente prolongando el cielo original, ejemplifica el valor que la pintura flamenca concedió al paisaje desde los tiempos de sus primeros maestros.
Esta ampliación modificó la forma de la tabla que, sin duda, fue un tríptico cuyas puertas laterales hemos perdido.
Texto extraído a partir de La Guía Oficial del Museo del Prado
Autor del texto original y el actual: D. Blanca. Profesor de Vademente
LA OBRA EN EL MUSEO DEL PRADO
Datos:
Roger van der Weyden
Tournai, h. 1399/1400 – Bruselas, 18·06·1464.
La Piedad
hacia 1440-50. Óleo sobre tabla, 47 x 34’5 cm.
Inventario: P2540.
La obra y el autor en la web del Museo
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