Descripción
CÁDIZ
LA SALADA CLARIDAD
Manuel Machado dio atributos poéticos a las provincias andaluzas en su poema «Andalucía» A Cádiz le correspondió ser la salada claridad.
Luz, mar, azul, blanco. “El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar!” ahora en palabras de Alberti.
La condición marina de Cádiz es consustancial a su existencia. La ciudad flotante, unida sutilmente a tierra por un hilván de arena, parece posada sobre el agua con sus fuertes baluartes como única salvaguarda, como una «tacita de plata»
LA BAHÍA
Esta condición le nace a Cádiz de su bahía, un magnífico espacio portuario que cobija además marismas y esteros de extraordinario valor ecológico.
Una bahía fruto de la desembocadura de varios ríos, entre ellos el célebre Guadalete de la batalla donde Don Rodrigo perdió su reino, que formaron las llamadas islas Gadeiras, donde los griegos ubicaron la fundación fenicia de Gádir.
Siglos de sedimentación terminaron por unir aquellas islas a tierra, pero aún están implícitas en el paisaje y la toponimia del territorio.
Junto a Cádiz, rondan la bahía otras poblaciones de lustre como El Puerto de Santa María y Rota que también serán objeto de nuestra curiosidad.
EL VIEJO PUERTO DEL EXTREMO OCCIDENTE
Cádiz, Gádir, pasa por ser la ciudad más antigua de Occidente. Un puerto más allá de las Columnas de Hércules, el héroe mítico fundador de la ciudad, y por tanto abierto a lo desconocido.
A Fenicia y Roma le debe Cádiz su prestigioso pasado en la Antigüedad. Un legado real, cultural e histórico, pero que también exhaló el hálito mítico que envuelve su memoria de aquellos tiempos.
Un puerto mediterráneo, por el origen de sus fundadores, y atlántico por naturaleza, que si situaba en el extremo Occidente conectando todas las tierras conocidas y esperando a las aún por descubrir.
EL GRAN PUERTO DEL NUEVO MUNDO
El Nuevo Mundo, América, encontró en Cádiz, desde los albores del descubrimiento, un actor primordial de su encuentro con el resto del planeta. Por ello, cuando el puerto sevillano no fue capaz de dar acomodo a tanto trajín de gentes, mercancías y culturas, Cádiz tomó el relevo.
La ciudad renacía en el siglo XVIII como la gran metrópolis universalista que fuera en la Antigüedad. De aquel tiempo, marcado por el desarrollo y el progreso de la Ilustración, es fruto el actual Cádiz.
Una ciudad de calles rectas y nobles fachadas de palacios o iglesias que, sin duda, es uno de los mejores ejemplos de ciudad moderna que alumbró aquella Europa en tránsito hacia lo contemporáneo.
LA ISLA LIBERAL
Cádiz volvió a ser metafóricamente una isla durante la Guerra de la Independencia cuando los franceses no lograron conquistarla.
La Ilustración no sólo aportó a Cádiz comercio, cultura y arte, también pensamiento e ideología. Por ello, en aquella “isla” se se proclamó la primera constitución de un país que , lamentablemente, se entregaría al absolutismo nuevamente poco después.
Este fue el último gran papel que Cádiz jugó en nuestra historia, también en la historia de las naciones hispanoamericanas que ahora comenzaban a nacer ya no como hijas sino como hermanas.
UN ITINEARIO VADEMENTE
Les proponemos un viaje de cuatro días para dejarnos envolver por la salada claridad, disfrutar del espectáculo natural de la bahía gaditana, aprender del pasado viejo de una de las ciudades más antiguas de Europa, descubrir la belleza de una de las ciudades más ejemplares del siglo XVIII fruto del pensamiento Ilustrado, y revivir la memoria de un pasado político que está en la raíz de la España contemporánea.
+ ITINERARIOS
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Carmela Sanchez (propietario verificado) –
Ha sido un viaje magnifico. No se puede ser mejor en organización, ni más brillante y didáctico en todas las explicaciones.
Si alguien piensa que la catedral de Cádiz no es muy importante, tiene que hacer este viaje con Vademente y lo mismo el Puerto de Santa María y el monumento a la Constitución de 1812.
Un viaje que no olvidaremos por todo lo que hemos aprendido y vivido juntos.Estupendo también por la convivencia y amistad del grupo.
Yo he vuelto muy contenta con la sensación de que hemos vuelto a lo que han sido siempre los viajes VADEMENTE: Intensos, amenos, muy profundos en el análisis de todo lo que visitamos, gloriosos.
Los viajes culturales de Vademente no tienen nada que ver con otros viajes siempre son mucho más.
¡ Gracias Diego una vez más!
Anónima (propietario verificado) –
De acuerdo en todos y cada uno de los puntos del comentario de Carmela Sánchez
Pura Martinez –
Excelente!!!
Luz Calafate –
En todos los viajes siempre queda algo grabado, indeleble en la memoria para siempre. De esta visita, sus paseos por los baluartes, descubriendo la ciudad, con sus monumentos, castillos, iglesias, oratorios, jardines, puerto, etc., nunca olvidaré la descripción de la Catedral Nueva demostrando con planos horizontales y verticales detalles singulares, y que no son una amalgama de estilos artísticos desde el barroco al clasicista y neoclásico, sino una integración de todos ellos y una exploración y evocación de artistas del pasado.
De la síntesis histórica, magníficamente narrada por Diego Blanca, aunque para muchos conocida, destaco el reconocimiento y el mérito dado a nuestros antepasados los fenicios.
Gracias Vademente, siempre aprendiendo con tus viajes incomparables
Rosario Pacheco Vicente-Ruiz –
El Viaje a Cádiz me ha parecido extraordinario. Tiene que haber sido preparado con ESMERO porque ha salido todo ideal: los horarios, trenes, visitas, el hotel muy, muy bueno las comidas muy ricas, abundantes, variadas. a mi me ha encantado, además la atención muy, buena. La ciudad es señorial, grande y bonita y los gaditanos geniales. Para más maravilla con las abundantes explicaciones históricas y culturales de Diego con su capacidad de de comunicación tan especial, su gran conocimiento y como lo prepara, me hace vivir los diferentes momentos y épocas que me producen verdadero goce.
Por todo ello Muchísimas gracias para Vademente y todos mis compañeros porque entre todos se forma un ambiente muy bueno.
Si alguien piensa que exagero, que prueben sólo un viaje con VADEMENTE
Francisco Javier Gómez Puyuelo (propietario verificado) –
He visitado muchas veces la mágica ciudad de Cádiz porque tengo allí buenos amigos, gaditanos por vocación , estudiosos y orgullosos de su ciudad. En el Oratorio de San Felipe Neri y en la Santa Cueva uno de ellos fue citado por los guías oficiales como visitante ilustre de ambos recintos. Durante la explicación de Diego Blanca en la Catedral Nueva vi en sus ojos lágrimas de emoción. No puedo decir nada más , salvo que fue el resultado de la erudición y el entusiasmo transportados por la prosa ágil y certera del maestro Blanca. Todo nosotros nos emocionamos y a Diego se le vio feliz. Compañeros magníficos, un buen hotel y excelentes comidas. Cinco estrellas «cum laude»
Antonio Dueso Parache –
Ha sido un viaje EXTRAORDINARIO, como todos los que organiza DIEGO BLANCA, cuida con esmero todos los detalles, por mínimos que sean.
Siempre inicia los viajes con una introducción histórica para situarte en el lugar y en el momento, escoge los puntos de interés cultural mas importantes del lugar; las explicaciones de las obras o de los edificios son sublimes por su contenido, su significado y su intencionalidad al ser creados; todo lo interrelaciona para darte la visión global, como si fueran piezas de un gran puzle.
Es un gran comunicador, muy claro y pedagógico. Los viajes los prepara muchísimo, te aporta muchos datos y explicaciones, te enseña a observar, a deducir y a leer entre líneas.
Escoge muy bien los Hoteles, los restaurantes y hasta los medios de transporte.
En resumen, las experiencias culturales con DIEGO BLANCA son INSUPERABLES porque es una persona muy erudita, inteligente, se prepara muy bien el viaje a todos los niveles, muy empática, se pone al nivel de cada una de las personas del grupo, cariñoso con todo el mundo, ingenioso, simpático y con un gran sentido del humor que nos hace descubrir y aprender con mucha alegría, es un verdadero MAESTRO.
TRINIDAD –
En este viaje a Cádiz ha sucedido lo mismo que en otras ocasiones, gracias a Vademente hemos visto Cádiz con otros ojos. Con unos ojos que nos han permitido a algunos descubrir esta ciudad y redescubrirla a otros y, sobre todo, nos ha permitido aprender mucho sobre su historia y su arte. Las explicaciones del profesor Diego Blanca fueron siempre magníficas, además de amenas y muy didácticas. Pero, como han resaltado algunos de los participantes en el itinerario, la explicación que nos regaló en la Catedral fue magistral y emocionante.
La organización del viaje excelente en todos los aspectos, hoteles, transporte, comidas, etc, fruto de un gran trabajo previo de preparación.
Finalmente hemos disfrutado mucho de la buena compañía de todos los amigos de Vademente que han participado en el itinerario y de la especial emoción que ha supuesto para todos este reencuentro.
Gracias a Vademente por seguir ofreciéndonos la oportunidad de seguir disfrutando y aprendiendo con todos sus proyectos.