Descripción
LOS ENSANCHES DE MADRID
LOS NUEVOS MADRILES
El crecimiento demográfico de Madrid, durante la segunda mitad del siglo XIX, agotó pronto la superficie de suelo edificable disponible de la ciudad. A mediados de siglo, su perímetro era, poco más o menos, el mismo que el del siglo XVII.
La Real Cerca, levantada por Felipe IV, encorsetó a Madrid desde el siglo XVII hasta 1868. La ciudad existía dentro de su cerca, por eso las casas crecieron en altura y no en nuevos barrios. Aquella barrera física era además legal y fiscal, y pesaba tanto como los reales que se cobraban por pasarla, suficientes como para justificarla.
Pero el mayor peso era ideológico. El ciudadano actual no concibe la ciudad como un espacio cerrado y diferenciado física y legalmente de su entorno, pero en el Antiguo Régimen era así. Su derribo, en 1868, supuso no sólo la apertura del espacio urbano, también el triunfo del Liberalismo político y económico, y un desahogo optimista y liberador para la nueva sociedad burguesa.
El Plan Castro de 1860 propuso una expansión ordenada de Madrid. El panorama urbano de la antigua Villa era caótico a juicio del urbanismo moderno. Lo era desde el punto de vista de la circulación y la higiene, pero también del orden social. En el centro, se mezclaban calles, callejones, plazas y plazuelas; palacios, casas populares, hospitales. y conventos. Los barrios nuevos serían de traza geométrica, más “higiénicos” y estarían, además, sectorizados socialmente, así cada uno disfrutaría de su espacio particular.
En ese contexto, el marqués de Salamanca promovió la construcción de, en sus palabras, un barrio de elite, elegante y fastuoso, que se desarrollaría paralelo a Recoletos en dirección Norte/Este. Nacía así el barrio del Marqués, el Barrio de Salamanca.
Madrid comenzaba sus ensanches. El primero fue el proyectado por el Marqués de Salamanca. Por él comenzamos a conocer estos “nuevos madriles”
EL BARRIO DEL MARQUÉS
SALAMANCA: RECOLETOS
El barrio de Salamanca daría acomodo, desde los años 70 del siglo XIX, a lo más florido de la nobleza y la burguesía local. Palacetes, casas suntuosas, jardines interiores, manzanas regulares y plazas, debían conformar un urbanismo semejante al parisino Boulevard de Saint-Germain.
En nuestro primer itinerario por los ensanches de Madrid, nos detendremos en el territorio embrionario del Barrio del Marqués, el sector de Recoletos. Comprendido entre el Paseo de Recoletos y la calle Velázquez, y las calles de Goya y Alcalá.
El resultado fue un espacio urbano regular con una rica propuesta de arquitectura ecléctica propia de aquellos tiempos. Una arquitectura puesta al servicio de los más pudientes en la primera fila, el Paseo de Recoletos, y de las necesidades de alojar a una creciente población de clases medias altas, compuestas por profesionales que querían habitar en este barrio, en las nuevas calles de mejor condición y aspecto moderno.
Un barrio que acogía, en el orden de categoría de sus calles y en los estratos de sus edificios, a sus habitante con arreglo y razón a su clase y condición, por parafrasear “La Gran Vía”, zarzuela famosa escrita por estos mismos años.
Un territorio de experimentación de los nuevos modelos de vivienda, donde el orden interno de las casas, su distribución privada y pública, su dotación para cumplir con las corrientes higienistas del momento, y la aplicación de nuevas técnicas constructivas o avances en pro de la comodidad, comenzaron el proceso de desarrollo del que nació el concepto actual de casa moderna.
La ciudad ganó nuevos espacios urbanos de reunión y ocio social a la altura de la modernidad del Siglo, siempre tan pendiente de Francia.
El Paseo de Recoletos se convirtió en una prolongación del Paseo del Prado, Fue entonces cuando en sus márgenes se levantaron teatros y circos, bibliotecas y museos, a costa de viejos de conventos y alhóndigas, y a favor de palacetes y cafés que daban marco a los paseos de ricos burgueses, intelectuales regeneracionistas y niñeras uniformadas que atendían a los galanteos de diversos petimetres.
Tras los palacetes, en primer linea de Boulevard, estaban las casas de vecinos, las primeras levantadas en el Madrid contemporáneo siguiendo los patrones del moderno urbanismo y la moderna urbanidad. Pensadas para disponer de viviendas holgadas y cómodas en función de la propiedad o la renta, y con zonas verdes a mano.
En los confines de lo proyectado, hacia la calle Velázquez, hubía entonces una plaza de toros y unos bailes de “mistó” famosos llamados los Campos Elíseos. Un baile de criadas y de horteras, citando nuevamente a “La Gran Vía”, que andando el tiempo, y el crecimiento del ensanche hacía Ventas, desaparecerían. La calle Velázquez se transformó entonces en una gran avenida de rica y variada arquitectura de finales del siglo XIX y principios del XX.
Les proponemos una interesante visita urbana, falta de aquello que solemos considerar como “monumentos”, pero reveladora de cómo se fue conformando la sociedad moderna, sus hábitos y sus costumbres, dando forma al Madrid que hoy habitamos.
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Experiencia excepcional con VdMente en el Barrio de Salamanca
Recientemente disfruté de una visita guiada por el barrio de Salamanca con VdMente Servicios Educativos, y no puedo recomendarla lo suficiente. Desde el primer momento, Diego Blanca nos compartió su conocimiento profundo de la historia, la arquitectura y de esta emblemática zona de Madrid.Además, la organización fue impecable, con un recorrido bien estructurado y lleno de detalles que hicieron que cada momento fuera interesante. Se nota el rigor y la pasión con la que VdMente diseña sus visitas, .Si buscas descubrir Madrid de una manera diferente, con un profesor apasionado y expertos, esta visita es una opción inmejorable. ¡Sin duda, repetiré!