Descripción
Nuestra tercera propuesta arranca de comienzos del siglo XI para llegar al XV, en el momento previo a la unión de las dos coronas más importantes peninsulares: Castilla y Aragón.
A lo largo de ese periodo el legado visigodo y asturiano, al que ya se habían adherido las influencias del mundo andalusí, terminará por diluirse en los flujos culturales europeos.
Primero el Románico y luego el Gótico, terminarán por contextualizar las artes peninsulares en el contexto de Occidente. Sin embargo, la presencia del sur islámico no desapareció y consecuentemente tampoco su influencia. Almohades, Almorávides y Nazaríes, seguirán aportando el componente “hispano” a las artes venidas de Europa.
En la península seguían conviviendo dos culturas, y la permeabilidad fue mutua, dando igual cuál fuera la dominante en uno u otro momento. Se produjo así la confluencia de los estilos europeos con los africanos, los cristianos con los musulmanes, un fenómeno al que hemos denominado mudejarismo, pero que es algo más amplio y complejo que una mera fusión de formas.
Sólo tras explorar este punto de partida se hará compresible la labor que en las artes desarrollaron los Reyes Católicos y su nieto Carlos V, por que la Unificación y la “europeización” de España fue una labor tan dificultosa como radical.
CURSO-TRIMESTRAL.-DOSIER.-HISTORIA-DEL-ARTE-ESPAÑOL-III.-VADEMENTECURSO-TRIMESTRAL.-PROGRAMA.-HISTORIA-DEL-ARTE-ESPAÑOL-III.-VADEMENTE
Mara –
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Florencia –
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