Descripción
PINTURA BARROCA, EL SIGLO DE ORO ESPAÑOL
OBRAS MAESTRAS. PINTURA E HISTORIA
El ser humano se discernió pronto de otras especies por su capacidad intelectiva, por desarrollar pensamiento concreto y abstracto.
Con esta capacidad trató de comprender, de conceptualizar, de creer y dudar, de organizarse y finalmente jerarquizarse, de poner a la naturaleza en producción, alterándola, haciendo de la Tierra el planeta de los hombres.
Desde que todo este proceso cultural comenzara, el ser humano empezó a dar forma a imágenes para representar su pensamiento. Exploró su expresión a través del arte, dando un salto que ninguna otra especie dio.
Recorrer la historia de la pintura ofrece la posibilidad de visualizar la historia de la Humanidad, de conocernos.
No seremos tan ambiciosos en esta propuesta, limitándonos al área mediterránea y a la cultura de Occidente a la que pertenecemos.
Les proponemos un nuevo curso de OBRAS MAESTRAS para seguir recorriendo la evolución de la pintura a través de los parámetros de la historia y la cultura.
La elección de estas «Obras maestras» está determina por su carácter ejemplar para ofrecernos el mejor resumen de las sociedades y de los artistas que las produjeron.
OBRAS MAESTRAS VII
Hemos dedicado el curso 2023-2024 a la pintura barroca del siglo XVII. Un curso dividido en tres bimestres (8 clases cada uno). El primero versará sobre la pintura italiana, el segundo sobre la flamenca y la holandesa y el tercero sobre la española. Los tiempos de Caravaggio, Carracci, Rubens, Rembrandt y Velázquez.
PINTURA BARROCA III. EL SIGLO DE ORO ESPAÑOL
En el tercer bimestre, nos centraremos en la pintura del Siglo de Oro Español, una de las grandes escuelas de pintura de la Historia del Arte occidental. Los tiempos de los llamados Austrias Menores, que también lo fueron de Zurbarán, de Ribera, de Alonso Cano, de Velázquez, de Francisc Rizi, de Carreño de Miranda, de Claudio Coello, de Murillo o de Luca Giordano.
Hemos dividido los contenidos en estos bloques de trabajo:
PROGRAMA
01.- INTRODUCCIÓN:
EL SIGLO DE ORO ESPAÑOL
A finales del siglo XVI, la Monarquía Universal de Felipe II era una realidad política y cultural en la península y en medio mundo.
El Rey Prudente fallecía en 1598, le sucedieron tres miembros más de su dinastía: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. En 1700, llegaba el primer Borbón, Felipe V, había pasado un siglo.
Una centuria a la que denominamos “Siglo de Oro”, la cuestión es ¿por qué?
En el contexto europeo la hegemonía hispana perdía fuelle. Seguía siendo la mayor monarquía del mundo, lo sembrado en el siglo anterior aún daba frutos, y entre ellos estuvo la cultura.
El siglo XVII hispano fue un hervidero de creatividad artística e intelectual. En el ámbito de la pintura, pocas veces han coincidido tantos buenos maestros a un tiempo. Algunas de las más importantes obras maestras de la pintura fueron fruto de este siglo prodigioso.
UN REINO DE PINTORES
El coleccionismo regio y nobiliario, el mecenazgo artístico de reyes, nobles, religiosos y burgueses, ofreció una gran demanda y enseñó muchos caminos.
Una demanda que fue satisfecha por un extraordinario número de pintores en todo el país. Unos caminos que iban del Naturalismo al Clasicismo, pasando por las tradiciones propias y las necesidades de expresión de la cultura hispana.
Madrid fue un epicentro excepcional, como receptor y emanador, de la pintura barroca hispana. Aquel flujo alimentó a un reino de pintores, desde los más grandes a los más modestos.
Valencia y Sevilla mantenían el listón alto de siglos anteriores. El primer naturalismo alimentó a Ribera o Zurbarán, el Clasicismo educó a Velázquez, Alonso Cano o Murillo, el Alto Barroco exaltó las obras de Coello, Carreño o Valdés Leal. El siglo transcurrió entre la realidad y la apoteosis.
02.- LOS MAESTROS
EL NATURALISMO SEVILLANO: ZURBARÁN
Sevilla ya venía muy sabia, en lo que respecta a la pintura, desde el siglo XVI.
Su condición de puerto de América y la presencia de gentes de aquí y de allá, la posicionaban en una situación más abierta a las novedades que a Madrid.
El Naturalismo, nacido de las propuestas de Caravaggio, inundó Sevilla como una marea. La rica tradición local anterior, representada por Roelas o Herrera “el Viejo”, daba paso a una nueva generación de renovadores, como Zurbarán o Velázquez.
El segundo haría su carrera en Madrid, por lo que, más allá de los cuadros hechos en sus mocedades, poco de sevillano le quedó.
Pero el extremeño, Zurbarán, si hará toda su carrera en Sevilla. La hará en paralelo al desarrollo de la cultura contrarreformista barroca, a las obras de Montañés y Juan de Mesa, a una manifestación de lo sacro a través de lo cotidiano que aún aturde,
El gran maestro del naturalismo sevillano fue Zurbarán, un creador incuestionable que exportaba sus obras incluso a América.
ENTRE RIBERA Y ALONSO CANO
José de Ribera era de Xátiva, pero fue napolitano de adopción y allí desarrolló su lenguaje propio.
El Naturalismo, determinó el comienzo de casi todos los pintores de las primeras generaciones del siglo. Ese fue el caso de Ribera, que tuvo ocasión de conocer la obra de Caravaggio.
Pero también se topó con Domenichino y Lanfranco, conoció las maneras del Clasicismo, y aunque se nos venda a Ribera como un pintor descarnado y directo, también supo ser un sutil clasicista.
Una variable que estaba muy presente también en la península ibérica. No todo fue naturalismo, Velázquez es el mejor ejemplo. Había una tradición hispana clasicista tanto en Madrid como en Sevilla, y el barroco más sereno se desarrolló con fuerza.
Alonso Cano es quien mejor la representa, un genio que aportó novedades a la arquitectura, la escultura y la pintura. Un artista completo que vivió entre Sevilla, Madrid y Granada, dejando un extraordinario legado.
MADRID, UNA CORTE DE PINTORES
La Corte siguió siendo heredera de los maestros italianos al servicio de Felipe II y de la Colección Real de pintura.
A principios del XVII, maestros como Carducho o Maíno, hacían de puente entre el admirado Tiziano y las novedades venidas del Barroco italiano.
Felipe IV fue un excepcional mecenas y coleccionista. La puesta al día del gusto real, las compras de obras italianas y flamencas, la llegada de Rubens, la carrera de Velázquez. Fueron factores que hicieron de Madrid un epicentro pictórico excepcional, pero sobre todo un catalizador de todas las corrientes y las modas.
El reinado de Carlos II, no fue menos pictórico que el de su padre. En el último cuarto del siglo coincidieron maestros excepcionales como Francisco Rizi, Carreño de Miranda, Claudio Coello, Cabezalero y Luca Giordano.
El final del siglo alcanzó la plenitud del Barroco en forma de una gran apoteosis final
03.- LOS GENIOS
VELÁZQUEZ, UN SEVILLANO EN MADRID
Velázquez es el primer maestro universal que aportó España a la historia de la pintura y fue el primer pintor caballero entre los españoles
Sin su establecimiento en Madrid, el trato con Rubens o sus dos viajes a Italia nunca habría llegado a desarrollar todo su genio. Pero todo esto tampoco hubiera bastado sin el apoyo del rey Felipe IV.
La última de las condiciones para que se produjera su obra fue su propio talento. El pictórico, desde luego, pero también el intelectual, el de comprender la pintura como una disciplina noble y elocuente más allá de su dimensión mecánica. Por ello la ennobleció, a través de sí mismo, logrando la condición de caballero de Santiago.
El joven pintor sevillano practicó la pintura de moda en su ciudad, un naturalismo veraz y directo. Su suegro, Pacheco, le abrió paso en la Corte de mano del Conde Duque.
En pocos meses Diego triunfó, estará al servicio de Felipe IV el resto de su vida, conocerá a Rubens, viajará a Italia, y el sevillano se irá quedando atrás ante el pintor cortesano.
VELÁZQUEZ, EL CORTESANO
Desde su regreso a Italia, Velázquez no sólo se ocupó de pintar retratos o cuadros de historia, estuvo al cargo de la renovación de las casas del rey, las antiguas, como el Real Alcázar y las nuevas, como El Buen Retiro o la Torre de la Parada.
Es en este punto donde la obra de Velázquez adquiere una dimensión que no ponderamos lo suficiente. No sólo es un proveedor para la Corte, es un encargado al servicio de la construcción de su discurso artístico y político. Su segundo viaje a Italia es el de un comprador coleccionista de arte al servicio del rey.
Esta obvia dimensión intelectual de su obra le hacía candidato a obtener un título de nobleza, la qu el otorgaba su arte, no su oficio, eso quedaba elocuentemente contado en “Las hilanderas”. Esa consideración se tradujo en su ascenso cortesano y en la consecución de la Cruz de Santiago.
En su haber está una de las pinturas más célebres de la historia, Las Meninas, y otras obras maestras que analizaremos a lo largo de dos clases.
MURILLO
Murillo es uno de nuestros pintores más populares. Sus imágenes religiosas aún siguen vigentes y son reproducidas para uso piadoso.
Curiosamente, cuando se nombra a la clásica terna de genios pictóricos españoles, Velázquez, Goya y Picasso, Murillo pasa a un segundo plano, como El Greco o Sorolla.
A Murillo no se le otorga esa excelencia absoluta, aunque su producto, en su uso primordial, es el más vigente de todos, como sus imágenes religiosas. Además, fue Murillo el primer pintor hispano conocido y admirado fuera de nuestras fronteras culturales. Siendo objeto, desde muy pronto, del interés de coleccionistas de media Europa.
Un éxito internacional que venía de atrás, porque, aunque Murillo pasó una vez por Madrid, o quizás dos, y pudo conocer las variables más hispanas de la pintura, el número de mercaderes europeos en Sevilla coleccionistas y compradores de arte, indujo a Murillo a crear un producto clásico y equilibrado, de gusto universal, que atendiera a tan diversa clientela.
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CARACTERÍSTICAS DEL CURSO
1.- Curso de impartición mixta: PRESENCIAL Y VIRTUAL.
⇒LAS CLASES PRESENCIALES serán impartidas los lunes en LAS ROZAS, en el CC BurgoCentro I local 14, en turnos de mañana (11:15-12:45) con 20 plazas disponibles.
⇒LAS CLASES VIRTUALES se imparten mediante el vídeo de las clases presenciales grabadas y están apoyadas en tutorías. Los vídeos se compartirán a través de un enlace a la sección privada de nuestro canal de YOUTUBE.
El tiempo de acceso a los vídeos será ilimitado durante la duración del curso para todos los alumnos. independientemente del modo de participación.
2.- Contenidos. Los contenidos del curso se trabajarán bajo varios aspectos, considerando que el arte es siempre una manifestación cultural de cada proceso histórico. Un discurso evolutivo cronológico, en sucesivos cursos, para ir construyendo una historia general de la pintura. Selección de obras y autores que ejemplifican especialmente cada periodo o escuela tratado. Contextualización histórica, desde múltiples puntos de vista, de cada periodo y de cada artista. Análisis formal y conceptual, significante y significado, de las obras elegidas. CONSULTE LA PROGRAMACIÓN DEL CURSO ACTUAL PARA CONOCER MÁS DETALLES haciendo clic AQUÍ.
3.- Participación. El curso está dividido en bimestres, compuesto cada uno por 8 clases. El actual, el tercero, se impartirá entre omarzo y mayo de 2024. La inscripción para el curso se mantiene abierta permanentemente. La participación puede ser presencial o virtual. Para que la actividad presencial sea viable será necesario cubrir las plazas presenciales. En caso de no cubrir ese número ofreceremos el curso en línea. Las personas matriculadas presencialmente que no quieran participar en línea podrán optar por la devolución del importe del curso. Para aquellos que sigáis el curso virtualmente y convivís bajo «un mismo techo«, hemos habilitado una opción con un 50% de descuento sobre la segunda plaza.
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